Nos subimos al coche con la ilusión que caracteriza el comienzo de las vacaciones de verano. Partimos hacia tierras aragonesas para hacer la primera parada en la capital del Ebro. El calor de este verano ya se hizo notar nada más dejar Galicia y llegamos a Zaragoza con casi cuarenta grados.
Cañita en alguna terraza frente a la basílica del Pilar y charla con amigos, a los que agradecemos la compañía y la ruta de tapas por el «tubo» de la zona vieja.
Atreverse con las mejores anchoas del mundo en Bodegas Almau en una mesita en la calle o sobre su barra repleta de cosas ricas.
La cerveza natural de el Champi que acompaña a los champiñones calientes de manera espectacular servida en unos originales tarritos que hace mas atractiva la experiencia.
Aunque el bocado de anchoa y pimiento de La Ballena Colora es poesía «tapera» para el paladar. O quizá lo que haga que sea mejor es el ambiente de esta zona, ambiente a tapas, vinos y cañas. Risas y buenos momentos que no podremos olvidar y que seguro repetiremos y añadiremos otro montón de sitios que nos quedaron en el tintero.
Saludos mis comilones.
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