«El mundo necesita soñadores y el mundo necesita hacedores. Pero sobre todo, el mundo necesita soñadores que hacen». -Sarah Ban Breathnach.
Si no existieran los soñadores que persiguen sus sueños para que se hagan realidad, el mundo no avanzaria. Ni los demás mortales podríamos disfrutar de los sueños de los demás.
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| Quesos de pequeña producción. |
Es curioso como cambia la percepción de las cosas cuando estas tienen alma. Y me refiero al alma de las cosas, como esa historia que tienen de trasfondo antes de materializarse.
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| Alejandro en su Quesería Marqués de Valladares (Vigo) |
Ya me llamó la atención cuando vi en redes sociales la Quesería Marqués de Valladares, pero cuando leí su historia a través de Travi en la cocina, la historia de Alejandro Montes, se hizo obligatorio que pasara a conocerla, veía algo diferente en ella.
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| Rubén Valbuena. |
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| Una mesa de lujo. |
Así que asistí a una cata de un productor de Valladolid. Rubén Valbuena, causante de que Alejandro se animara a perseguir un sueño. Productor de una granja familiar en Ramiro (Valladolid), con una explotación
de mil doscientas
ovejas. Pero los tiempos no eran los de antes y mantener una granja de esas características se hacía casi imposible. Había que darle una vuelta de tuerca. Y efectivamente, Rubén
se propuso hacer algo distinto, ofrecer un producto con unas características distintas a las que se podrían encontrar en otros lugares. Quesos con personalidad propia, en texturas, sabor e intensidades.
Nos presentó cinco variedades de queso, cuatro de oveja y uno azul de vaca.
Fresco especiado Cantagrullas. Sabor y textura suaves pero con carácter.
Torrejon, fresco de oveja con cubierta de cenizas vegetales. Es curioso el tacto en la boca de la corteza. Sabor y textura suaves.
Braojos, semicurado de oveja. Textura suave y sabor intenso.
40 Cantagrullas, curado mínimo dieciséis meses, volteandolo en su curación dos veces por semana. Textura arenosa y sabor intenso.
Azul. De vaca, una textura y sabor intensos. Un sabor de queso azul sin que su intensidad llegue a aburrir. Lo definiría como un queso elegante.
Todos ellos regados con «Audacia», un godello de pequeña producción que resultó un acompañamiento perfecto.
En resumen. Cinco quesos y una historia, la de Rubén Valbuena y una experiencia más para este gastro_aprendizaje que intento llevar a cabo.
Saludos mis comilones.
