BVRBIDAS

Hay cosas que se te clavan en la retina y no las olvidas jamás. Hay sabores que se quedan impregnados de forma indefinida en esa especie de memoria que tiene el paladar. Hay gente, con historias y sueños, que tiene el valor suficiente para coger la vida por los cuernos y empeñarse en que esos sueños se hagan realidad.


Gente que sabe que el trabajo bien hecho requiere de sacrificio y constancia. De no rendirse nunca.



Esa constancia llevó al Imperio Romano a eso, a ser un imperio. A innovar y hacer que las civilizaciones dieran un paso adelante.
Parece ser que en el itinerario romano Tui -Caldas de Reis aparece un lugar, Burvidas. Lo sitúan a 16 millas romanas de Tui y puede que estuviese cerca del puente de Cernadela en Mondariz.


Gente que, como los romanos, intentan hacer las cosas de un modo diferente utilizando lo que la localidad les aporta. Así es el nuevo proyecto de Iván Mendez. Bvrbidas, casa de comidas.


Utilizando materias primas de calidad, comprando los productos de huerto o las carnes a pequeños productores de la zona y el pescado de lonjas cercanas, intenta ofrecer una cocina tradicional con matices de otras culturas y con producto autóctono. Además, el hecho de casi no disponer de refrigeradores les obliga a ofrecer un producto siempre fresco. Para elaborar la masa de empanada y el  pan horneado por ellos mismos, utilizan el agua de la fuente de Troncoso, situada a 150m.

El restaurante, a disposición de quién lo desee, se puede «alquilar» para grupos de más de 10 personas y interactuar en la cocina. Además de ofrecer talleres, showcooking y un montón de cosas que no acostumbramos a ver en un restaurante al uso.

Una idea, un proyecto que hemos querido conocer (al menos su cocina) y nos ha encantado. Un trato muy cercano y la poca capacidad de la sala hacen que te sientas como en casa.


Mientras esperábamos por el primer plato nos sirvieron unas gyozas de centolla. Muy, muy ricas.


Empezamos con una empanada de mejillones y zamburiñas. Con una masa perfecta que deja protagonismo al interior.

 Seguimos con un carpaccio de dorada, con una presentación impecable y un sabor impresionante.




 Y como plato fuerte, dorada a la plancha con ensalada. Sencillo y en su punto perfecto.



 Arroz de langostinos y calamares. Sabrosísimo y muy jugoso.





 Sorpresita de antepostre. Arroz con leche con sabor a caramelo. Sin desperdicio.











 Y un postre con matices distintos, por una parte el helado de avellana, por otra el coulant de chocolate con leche y para darle un toque ácido un coulis de fruta de la pasión. 




Me he quedado con ganas de más, no por hambre sino por el gran potencial que tiene Iván Mendez y sus brillantes ideas. Estoy deseando volver y que se saque un as de la manga para hacernos disfrutar. Bueno, esto último ya lo ha conseguido.


Un saludo mis comilones.



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.