EN MODO ESCAPADA – ROMA.

No voy a hablar de lo descuidada que está Roma, ni de la enorme mendicidad que hay, ni de las hordas de japoneses que su único objetivo es no separarse de su guía y arrollan a todo el que se ponga en medio. Ni de lo caro que es comer en un sitio cualquiera sin hacer caso de las recomendaciones (aunque sea TripAdvisor),  ni de esas vestimentas perfectamente planchadas por la codicia de unos pocos. No voy a hablar de nada de eso porque lo que quiero es recomendar esta grandiosa ciudad.
Quiero hablar de los rincones, de esas calles que parecen sacadas de otro contexto, como oasis en un desierto de turistas y tráfico. De sus obras de arte, de su historia y su gastronomía (aunque en esta ocasión nos hemos centrado en pasta, pizza y postres) de la amabilidad y simpatía de los italianos, que la tienen y mucha.
Tres días en Roma, con un peque de tres años y medio y días lluviosos por momentos.
Un recorrido desglosado en tres etapas sin prisas y disfrutando de merendolas, helados, y capuccinos.

Nada más llegar al centro de Roma, concretamente en las inmediaciones de la estación de Términi, buscamos un sitio para cenar y después de dar una par de vueltas nos decidimos por la Trattoria Cecio. Y como no podía ser de otra manera, pedimos pasta y de postre una panacotta de chocolate.



Macarrones con salmón

 Macarrones con salmón y espaguetti a la carbonara (sin nata por supuesto).


Spaguetti a la carbonara.



Y como auto-homenaje una panacotta de chocolate.


Panacotta.
DIA 1

Interior del Coliseo.

El primer día empezamos visitando la basílica de Santa María Maggiore y después dando un paseo por Via Cavour hasta la plaza de San Pietro in Víncoli (Moisés). Segímos por Via Polvariera para llegar hasta el Coliseo, o cerca. Con la misma entrada del Coliseo se puede visitar el Palatino y los Foros Imperiales (nosotros llevamos la Romapass, que en otros muchos sitios hay que pagar pero nos sirve también para el transporte público y es muy práctico).

Antipasti en Obicá, cerca de Via del Corso.

   Como llovió un poco (mucho) por la mañana, tuvimos que acudir a nuestro salvador S. Amancio Ortega y comprar unas vestiduras y calzado seco. Por allí buscamos para comer, en los alrededores de la Via del Corso. Encontramos un restaurante de la cadena Obicá y la verdad es que acertamos con la elección.

Paccheri

Unos entrantes o antipasto de jamón, mozarella, olivas, tomates cherry de principales, unos macarrones enormes que se llaman Paccheri, un calzone de jamón (proscciutto) y queso (formaggio)  y una cata de tres postres tarta caprese, crema de ricotta y tiramissú.                                            

Calzone clásico de jamón y queso.
Cata de postres.
Una parte del Trastévere. Lo mejor de Roma.

Dándole al Lambrusco, no podía faltar.




Las terrazas del Trastévere son ideales. Es como otra ciudad.

Bajando por la Via del Teatro de Marcelo llegamos a Santa María in Cosmedín-Bocca de la Veritá. Después por LungoTevere dei Pierleoni llegamos a Ponte Fabricio y accedemos a la isla Tiberina, la atravesamos y nos encontramos en el Trastévere. Calles y terrazas ideales para pasear y pasar la tarde o la mañana o la noche. Es el sitio de moda en Roma para cenar y tomar una copa. Sin duda, la zona más bonita de la ciudad.


Pizzas. La masa es especial, pero tampoco se rompen mucho la cabeza con los ingredientes.
Spritz, aperitivo típico de vino espumoso y zumo de naranja.

Pannacota con fresas y su culis.



DIA 2


Piazza de S.Pietro.

Después de un suficiente desayuno al que ni una sola foto hemos hecho, nos dirigimos a la estación de Termini y cogemos la linea A del metro, dirección Batistini. Y bajamos en Ottaviano-San Pietro.

La misma Piazza de S.Pietro vista desde lo alto de la cúpula de la basílica.



Nos dirigimos a la plaza de San Pietro (San Pedro) y a la Basílica. 


Paseo interior en la cúpula de la Basílica de S.Pietro
Basílica de S.Pietro.

Saliendo por la Via di Porta Angelica y bordeando todo el muro están los Musei Vaticani. 

Guardia Suiza.



Castel de Sant’Angelo.

Por la Via della Conciliazione llegamos al Castel de Sant’Angelo. Tiene unas buenas vistas de la ciudad y una terraza para comer o tomar algo disfrutando de la panorámica. Al igual que en el Vaticano, tienen un guardarropa en el que se pueden dejar mochilas y las sillas de los niños. Así da gusto.

Vista desde lo alto del Castillo.
Basílica desde el castillo.

Una de las mesas de la terraza-restaurante del castillo.

Ponte de Sant’Angelo.

Cruzamos el río Tévere por Ponte Sant’Angelo. Seguimos por Via dei Coronari hasta Piazza Navona. Aquí nos tomamos un descanso y oportunamente comenzó a llover otra vez, así que el descanso (merecidísimo) se alargó un poco más. Y la verdad es que se agradeció.

Un descanso per favore.



Sitio recomendado por nuestra asesora Nunchi, el Ai Tre Tartufi, en la misma Piazza Navona, para poder disfrutar de un Tartuffo, helado de chocolate negro algo mas «comprimido» de lo habitual, acompañado de un capuccino. Hasta la lluvia, en ese momento, quedaba bien.

Capuccino y Tartuffo. El premio para los campeones.

Véase la textura del Tartuffo, también llamado ´mazacote maximus´. Trae otro.

Visitamos después la iglesia de S.Ignacio de Loyola y su falsa cúpula (porque dicen que es falsa). Hay señalizados puntos en el suelo para verla.


Por el paseo del Corso Vittorio Emmanuelle llegando a Campo di Fiori para la cena. Nunchi en esta ocasión nos recomendó cenar en la Trattoria Farnese, pero por desgracia había que reservar…no tenían sitio. Y cenamos al lado, bien. Sin más.




DIA 3

Empezamos por Príncipe Amedeo, pasando por el Teatro dell’Opera, Piazza de la República , Piazza S. Bernardo y al lado de la Fontana dell’Acqua Felice está S. María della Vittoria.


Bajando Via Barberini, Fontana dei Tritone, Via Vittorio Veneto, en el número 27 esta Santa María della Concezione. Allí se encuentra la cripta de los esqueletos de monjes.


Fontana di Trevi.
Bar Trevi. 

Volvemos a Piazza Barberini y bajamos por la Via del Tritone hasta Vía Stamperia, Fontana de Trevi. 


Aquí (después de ver la Fontana) hacemos parada para probar un Gelato recomendado por nuestra guia oficial, Nunchi. En el Bar Trevi, situado en una de las esquinas de la plaza, concretamente en la derecha si vemos hacia la Fontana. Merece la pena, por helados y un montón de cosas ricas.

Hay que mantener la linea (curva) !! 





Ante esto no me resisto


Gelato di Mango y Straciatella


El callejón nos recuerda a la zona del Trastévere.
Y para ir a comer el último día salimos por la Via delle Muratte a Via dei Corso hasta Via Condotti (aquí parece ser que están las «TIENDAS»). Accedemos a Piazza de Espagna y en un callejoncito en mitad de Via Vícolo del Babuino, en dirección a Piazza dei Pópolo en el lado derecho nos encontramos uno de esos callejones que parecen de otro lugar o tiempo, que no encaja en la ciudad que normalmente se ve. A no ser la zona del Trastévere. Restaurante Edy. 
En Piazza de Espagna nos econtramos un castañero.
Y ahí viene Edy y su santa esposa a servirnos más pasta, pero cocinada de forma distinta. Spagueti al Cartocio. Espectacular.
Almejas, langostinos….en aluminio y al horno. Perfect.
Una foto preciosa del símbolo de Roma.
Y esto es todo amigos. En el Post siguiente os contaré una paradita en Madrid, que aprovechamos para visitar el restaurante de Alberto Chicote.
Salid de casa mis comilones.






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