YAKITORO by Chicote.

Tiene delito que después de tres días en una ciudad como Roma (y las ganas que tenía)  me vaya a encontrar con Peter Pan en Madrid. Se me iluminaron los ojos al saber que el autobús del aeropuerto nos dejaba en Cibeles y allí cerca se encuentra el Yakitoro by Alberto Chicote. Nos acercamos para preguntar si tenían mesa y entonces… fue como si una luz me iluminara el alma, tenían sitio!

Cocina acristalada, parrillas en medio de la sala, ventanales amplios, cómodas mesas con enfriadores de botellas. Personal indumentado con mono de trabajo para realizarlo de forma sobresaliente en atención,  cercanía y amabilidad.

Cocina de Alberto Chicote,  precursor de la fusión japonesa-española y popular chef televisivo.
Nos enredamos, como no podía ser de otra manera, con la carta. Tantas cosas por probar, tanta curiosidad gustativa y al final es imposible fallar.

















Dispuesto a probar de todo empezamos pidiendo una cerveza de la casa, la Yakitoro de cebada y trigo. La verdad es que no doy mucho por las cervezas de trigo, pero tengo que decir que esta estaba buenísima. Tiene un ligero toque afrutado al principio, muy ligero. Riquísima.












Pedimos varias cosas para dos y para el peque una brocheta de pollo, sin salsas, que los camareros se ofrecen a hacer sin ningún problema.


Ensalada de espinacas y queso manchego con salsa cremosa de tofu y hierbabuena.


Yaki-Shabu de salmón con salsa agripicante. 


Patatas fritas en tempura con salsa de sésamo tostado.(No son patatas fritas al uso, como se aprecia en la foto)


Ceviche de zamburiñas, lima y ají amarillo. Me quise atrever con las zamburiñas lejos de mi Atlántico y la verdad es que me sorprendió, porque el sabor a mar quedó en el mismo mar, la potencia del sabor a cítricos es tal que saboreas y hueles al mismo tiempo. Sorprendente y muy rico.

Yaki-Shabu de salmón con salsa agripicante. 
Presentación del Yaki-Shabu, sin mezclar todavía con la salsa.



Puré meloso de patata y mantequilla fresca. Un puré normal, con textura muy suave. Aunque en la carta no pone nada de trufa, tiene un ligero sabor similar.

Patatas fritas en tempura.

Ceviche de zamburiñas.

Puré meloso de patata y mantequilla.

Arroz con sabores de oriente.

Yakitoro de algodón de azúcar.

Lingote de chocolate blanco, helado de miel y mango.













Arroz blanco aliñado con sabores de oriente. Sorprendente e increíblemente bueno.



Los postres todo un espectáculo, al menos uno de ellos. 


Yakitoro de algodón de azúcar y toques cítricos, como el de las ferias pero mucho más suave y aliñado con una especie de azucar de cítricos que le da un punto de sabor. La verdad es que no pudimos haber pedido nada mejor para nuestro pequeño acompañante viajero. Se lo pasó de cine probando por primera vez el algodón de azúcar.

El otro postre también muy rico pero sin tanto éxito entre la pequeña población. Lingote de chocolate blanco, mango y helado de miel. 




Muy rico, muy recomendable como toda la carta de este local al que volveremos muy pronto para probar otras muchas cosas que nos han llamado la atención y que esta vez se quedaron atrás.











Un saludo mis comilones











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