Se me hace tan duro tenerte aquí, a mi lado. Deseando disfrutarte y no poder, o no deber. Tener a escasos cien metros un templo de la gastronomía mundial y saber que sería una locura sin sentido, a estas alturas, pedir mesa en Quique Dacosta con un niño pequeño y un montón de cosas en la que invertir y disfrutar los ahorros. Lo dejamos para otra ocasión, que tal vez, no sea en Denia.
Juanita, armada de energía y buen humor, atiende a diestro y siniestro a cuanto turista se acerca a su restaurante, tanto para sentarse a comer como para llevarse la comida a sus domicilios veraniegos. Pero no sin ayuda de Raquel en la sala (cuando no está, echa mano de amistades) y Henry, su fiel escudero en la cocina que apenas asoma la nariz para saber siquiera si es de día.
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Sepias a la plancha con verduritas. |
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Crepes salados. |
Juanita, una mujer de carácter, hasta el punto de cantarle las cuarenta al cuarto cliente que se acerca a recoger su pedido a grito de » hijo, es que llegáis todos a la vez, coñe!!!». Así a todo la atención es maravillosa y todo lo que hemos comido nos ha gustado muchísimo.
Desde unas tiras de pollo, pasando por unas sepias a la plancha con guiso de verduras, crepes salados o dulces (a su manera) hasta las populares paellas y fideuás.
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Paella Valenciana. |
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Fideua. |
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Parte de la sierra del Montgo. |



Dejamos la calle del puerto nº 15 para acercarnos al Carrer de Gabriel Moreno, 2.
Con una pizarra en plena calle y una propuesta de lo más sugerente y gamberra nos encontramos en el Mestizaje, restaurante de tapas y cañas donde el dinamismo y la juventud están presentes por todas partes. Donde nos dejamos guiar por los de la casa y resultó más ilusionante la carta que lo que realmente nos terminamos llevando a la boca.
Desde una ensalada de Txangurro (según la carta) de palitos de cangrejo congelado, pasando por una curiosísima miniburguer con algas (no me acuerdo de los nombres) hasta unas tiras de pollo corn flakes y salsa teriyaki. Estaba todo bueno, pero esperábamos algo más, la verdad. Las mini burguer se quedaron sin el sabor que prometían por los ingredientes. En fin, una experiencia recomendable, aunque creo que nuestras expectativas eran demasiado altas.
Un saludo mis comilones.