Me prometí a mi mismo no escribir sobre Maruja Limón, de sobra conocido en nuestra ciudad, pero como las promesas se las lleva el viento y la experiencia ha superado las expectativas me veo en la necesidad de hablar de ello.
Es complicado hablar de sensaciones, describir sabores o situaciones que si no se viven puede que pierdan la gracia y con la presión añadida de no darle muchas vueltas y que pasen los días y con ellos el buen sabor de boca.
Quise hacer este Post a modo de cuento, algo de ficción, que hablase del mar, de olores de barcos faenando, del verano, el color del sol y el sabor del Atlántico. O de como ciertos sabores te transportan a otro lugar e incluso a otra época de tu vida. Pero creo que lo mejor será describir fielmente la experiencia en una realidad que, al fin y al cabo, deja de existir cuando vives unas sensaciones tan intensas.
Elegimos el menú Maruja Limón (largo) que lo forman dos entrantes, cinco platos y dos postres.
Una ensalada crujiente de bacalao con un gusto a mar acentuado que contrasta con una navaja con un fuerte sabor a cítricos.
Podemos pensar que las salsas o espumas con sabores intensos pueden ( en realidad lo hacen) tapar el sabor real del producto, pero cuando los sabores de las dos cosas se unen descubrimos una nueva sensación que sorprende.
Jurel a la llama y jugo de sus espinas. Sabor a ahumado que recuerda las romerías en las que predomina el olor a leña y sardina asada. Una intensidad que será difícil olvidar en mucho tiempo.
Vieira con pilpil de pimientos de padrón.
Impresiona la salsa por el sabor tan exacto a estos pimientos, y, como unos pican y otros no, la salsa tiene un ligero picor que resulta agradable.
Impresiona la salsa por el sabor tan exacto a estos pimientos, y, como unos pican y otros no, la salsa tiene un ligero picor que resulta agradable.
Huevo frito de otra manera, crema de trufa blanca y gambón. Un plato divertido que sigue la misma línea de combinar sabores pero sin que desentonen.
Lubina asada con falsa meuniere y toques cítricos. Fabuloso pescado con ese toque intenso a cítricos, sobre todo lima.
A estas alturas del menú nos dimos cuenta de que la creatividad del Maruja Limón no reside en impresionar a la vista sino al gusto. Matrimonio de sabores es como definiría unos platos limpios de adornos y farándula. Dejando que la imaginación se despliegue con el sabor.
Molleja glaseada. Un punto cárnico a este menú puramente Atlántico. Casquería, ese ingrediente al que no todos los paladares son capaces de acostumbrarse. A mi me gustó.
En los postres me llama la atención que se repite el helado aunque en contextos diferentes.
Manzana, apio y queso fresco. Sobre una crema de queso un helado muy refrescante de manzana verde y apio.
Café, cacao y canela. Crema de café con unas migas de chocolate y helado . Un postre que podríamos catalogarlo como un café distinto.
Cualquier día puede convertirse en especial disfrutando de una experiencia Maruja Limón.
Un saludo mis comilones.