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Es la hora del postre y como casi todos los golosos, no se sabe porqué, pensamos en grandes dosis de chocolate, en todas sus variantes y texturas. Pero hay algo extremadamente curioso para este escribiente, los mejores postres NO llevan chocolate! Aunque aparentemente inexplicable tiene su razón de ser: los diferentes sabores que se pueden encontrar. Un ejemplo claro es la torrija del restaurante Miguel González en Ourense, la cual, con cada cucharada, nos descubre algún sabor distinto y aludiendo a aquello de la memoria gustativa (que Joseleaks nos explica perfectamente) nos puede llegar a transportar a momentos de nuestra infancia. Quizá el sabor de la leche mezclada con la levadura del brioche, no lo sé, pero sin lugar a dudas este postre es un auténtico tesoro gustativo y lo mejor es probarlo de la mano del propio Miguel. En casa, los experimentos, mejor con gaseosa.

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